INCIACIÓN: 25/3/12
Rompiendo con todos los esquemas de la estrategia rival, saltaron al campo nuestros jugadores de Iniciación.
Se hicieron con el partido desde el comienzo del mismo, poniendo su propio nivel de juego y técnica que difuminaban el fuerte ataque del contrincante.
La victoria a favor de nuestro equipo, no fue más que otra manera de demostrar que el CDE Fontanar, con un juego limpio y deportividad, puede llegar a millones de corazones. Pues Iniciación, es una categoría que representa el comienzo en el futbol de un gran grupo de niños con ilusiones, metas, esfuerzo... y todo ello hace que hasta la fecha, la victoria sea el nombre de su peor resultado.
Nada puede batir el juego de nuestros jugadores, porque sólo su técnica y calidad, son eclipsadas por su ilusión y afición. El Domingo pasado disfrutamos una vez más de un espectáculo inmejorable,de un fútbol impecable y un juego imparable. Y como comprobamos semanalmente, un resultado que se repetirá en las próximas jornadas.
PREBENJAMÍN: 25/3/12
Imparables, inmejorables, simplemente geniales. Estos son nuestros prebenjamines, los jugadores que, gracias a su esfuerzo, empeño e ilusión, consiguieron la vitoria el pasado Domingo en el Palacio Multiusos de Guadalajara. Como una gran ola que inunda la playa se hicieron con el partido, y es que nada ni nadie podía parar aquel juego, aquella técnica, aquella ilusión... Era imposible pasar desapercibido como seguidor en dicha ocasión, el orgullo de formar parte del CDE Fontanar brillaba como la más grande de las estrellas en el firmamento, en aquel partido de nuestros prebenjamines. Y es que no hay persona que pueda poner en duda ese sentimiento, esa forma de llegar que tienen nuestros jugadores al fondo de nuestros corazones , porque tienen la cualidad de transmitir todas sus emociones al público que, situado en la grada, sufre, gana, pelea, y se alegra con ellos. En esta ocasión, el júbilo y alegría eran incontrolables, todos nos sentíamos uno, pues cada jugador, cada individuo que forma el colectivo del equipo no se alegraba sólo por su trabajo desempeñado en el terreno de juego, si no también por el de sus compañeros que junto con él, habían conseguido la victoria.
El fútbol es un deporte en equipo en el que es necesario jugar limpio y con deportividad, todos esos aspectos fueron defendidos el pasado Domingo por nuestros prebenjamines demostrando además, que la victoria se consigue gracias al esfuerzo y que con ellos, ganamos todos. Y ganaremos también, en las próximas jornadas.
BENJAMÍN: 25/3/12
Al igual que valientes guerreros nuestros benjamines pelearon por la victoria. Nada ni nadie podía dar por finalizado un partido en el que el resultado era el objetivo de nuestro equipo. Nunca se dieron por vencidos y lucharon por aquello que querían, pese a ello, la victoria se inclinó hacia el equipo rival. El fútbol ante todo, es un juego, en el que unas veces se gana, y otras se pierde. La derrota por supuesto, no es el plato preferido de nuestros jugadores al igual que tampoco es al habitual, porque son un equipo trabajador, luchador, y con una gran calidad en su juego que es capaz de deleitarnos con el mejor de sus manjares servido en bandeja de plata. Por todo ello y mucho más, convencidos de que en las próximas jornadas veremos consecutivas victorias de manos de nuestros benjamines, nos atrevemos a decir, que todos y cada uno de los componentes de esta categoría forma parte de un gran equipo, el CDE Fontanar caracterizado no sólo por sus victorias en el terreno de juego, si no también por sus resultados en el corazón de cada individuo seguidor o no de nuestro club, resultados en los que los benjamines son expertos ganadores.
ALEVÍN: 24/3/12
Leopardos veloces, leones feroces, coyotes astutos y aves rapaces. Es imposible no admitir que los alevines son auténticos ganadores. El sudor de su frente delata lo evidente, nuestros jugadores poseen las mejores cualidades y ello, liderado por su coraje e ilusión, les hace pelear por conseguir la victoria.
Pero desgraciadamente en esta ocasión, el resultado esperado en el terreno de juego no fue el obtenido y el CDE Fontanar acabó el partido con una derrota. Una derrota que, nunca podrá influir de manera negativa en nuestro juego, si no todo lo contrario, es una manera de aprender de los errores cometidos que, los jugadores con esmero, trabajarán por mejorar en cada entrenamiento garantizando cada vez más, ese factor infalible de juego, ese fútbol imposible de superar, con el que muchas veces nos han obsequiado, haciéndonos además el mejor de los regalos, la ilusión. Porque no ganar un partido no significa haber perdido. Sólo se pierde cuando uno se rinde, y nuestros alevines queridos seguidores, jamás se rinden ante nada ni nadie, porque su fútbol supera cualquier obstáculo y derriba cualquier barrera. El más claro ejemplo, lo podremos contemplar en las próximas jornadas, donde de seguro, la victoria será nuestra.
INFANTIL: 23/3/12
Sobran las palabras para describir el partido del pasado Viernes, únicamente una persona que presente en aquel terreno de juego era capaz de sentir aquello, los corazones latían, los minutos pasaban, los ánimos subían y se alzaban cada vez más para animar a un equipo que empleaba hasta el último de sus esfuerzos por conseguir la victoria que, finalmente se resistió aferrada al marcador rival. El partido comenzó con un marcador favorable a nuestro equipo pero a medida que el tiempo transcurría los equipo se igualaban en presión y persistencia, la lucha y la tensión debida a la incertidumbre del resultado aumentaba, nadie sabía quien podía ser el ganador. Faltaron minutos para conseguir arrebatar la victoria al equipo rival, pero desgraciadamente los periodos de tiempo son los establecidos y nada se puede hacer por luchar contra ellos, pero si es verdad que pelear por anotar merece la pena, pues a medida que los segundos pasaban, la presión por parte de nuestro equipo se hace cada vez mayor, innumerables tiros a puerta fueron los efectuados, cada vez más y más a medida que se acercaba el final del partido. Lo que nos lleva a una sencilla deducción: Nuestros infantiles son ganadores de aquel partido. Han ganado en llenar al público, en luchar, en persistir... porque muchas veces no importa el resultado si no la forma de ver el partido en su conjunto, y el rostro de cada jugador rebosante de felicidad por haber dado su máximo y ser consciente de que todos lo sabemos. Los infantiles del CDE Fontanar dan todo lo que un equipo puede dar y derrochan esfuerzo, ilusión y dedicación. Porque todo ello tiene su recompensa, simplemente esperemos a ver las jornadas siguientes.
CADETE: 24/3/12
No hay duda de que nadie se pelea tanto como nuestros cadetes, no hay rival que lo supere. Pese a ello, a que lucharon como si la vida entera dependiese del partido del pasado Sábado, la victoria no hizo presencia a nuestro favor y los tantos que la garantizaban tampoco fueron anotados en nuestro marcador. No obstante, queridos aficionados, nuestros cadetes no perdieron aquel partido, no empataron en esfuerzo y se vieron derrotados en persistencia, si no que ganaron en lo que de verdad importa, y demostraron que el simple hecho de luchar por lo que quieres merece la pena y te hace ganador sólo por intentarlo hasta el último segundo.
El resultado no es más que un número que figura en un papel, en una lista, y es uno. Pero el efecto producido en la afición, el sentimiento de saber que nuestros cadetes dieron el máximo hasta el último momento es mucho más importante, al fin y al cabo, gracias a ese máximo que nuestros cadetes dan en cada partido y entrenamiento, pronto veremos nuevas victorias, pronto gozaremos de nuevas emociones fruto del juego de nuestros cadetes que cada vez están más cerca de ganar el próximo partido. Victoria que ocurrirá muy pronto, ya que el éxito de manos de nuestros cadetes en las siguientes jornadas está garantizado.
Desde aquí, el CDE Fontanar se enorgullece de presentar al que será un nuevo entrenador alevín: Gonzalo.
Rompiendo con todos los esquemas de la estrategia rival, saltaron al campo nuestros jugadores de Iniciación.
Imparables, inmejorables, simplemente geniales. Estos son nuestros prebenjamines, los jugadores que, gracias a su esfuerzo, empeño e ilusión, consiguieron la vitoria el pasado Domingo en el Palacio Multiusos de Guadalajara. Como una gran ola que inunda la playa se hicieron con el partido, y es que nada ni nadie podía parar aquel juego, aquella técnica, aquella ilusión... Era imposible pasar desapercibido como seguidor en dicha ocasión, el orgullo de formar parte del CDE Fontanar brillaba como la más grande de las estrellas en el firmamento, en aquel partido de nuestros prebenjamines. Y es que no hay persona que pueda poner en duda ese sentimiento, esa forma de llegar que tienen nuestros jugadores al fondo de nuestros corazones , porque tienen la cualidad de transmitir todas sus emociones al público que, situado en la grada, sufre, gana, pelea, y se alegra con ellos. En esta ocasión, el júbilo y alegría eran incontrolables, todos nos sentíamos uno, pues cada jugador, cada individuo que forma el colectivo del equipo no se alegraba sólo por su trabajo desempeñado en el terreno de juego, si no también por el de sus compañeros que junto con él, habían conseguido la victoria.
Al igual que valientes guerreros nuestros benjamines pelearon por la victoria. Nada ni nadie podía dar por finalizado un partido en el que el resultado era el objetivo de nuestro equipo. Nunca se dieron por vencidos y lucharon por aquello que querían, pese a ello, la victoria se inclinó hacia el equipo rival. El fútbol ante todo, es un juego, en el que unas veces se gana, y otras se pierde. La derrota por supuesto, no es el plato preferido de nuestros jugadores al igual que tampoco es al habitual, porque son un equipo trabajador, luchador, y con una gran calidad en su juego que es capaz de deleitarnos con el mejor de sus manjares servido en bandeja de plata. Por todo ello y mucho más, convencidos de que en las próximas jornadas veremos consecutivas victorias de manos de nuestros benjamines, nos atrevemos a decir, que todos y cada uno de los componentes de esta categoría forma parte de un gran equipo, el CDE Fontanar caracterizado no sólo por sus victorias en el terreno de juego, si no también por sus resultados en el corazón de cada individuo seguidor o no de nuestro club, resultados en los que los benjamines son expertos ganadores.
Pero desgraciadamente en esta ocasión, el resultado esperado en el terreno de juego no fue el obtenido y el CDE Fontanar acabó el partido con una derrota. Una derrota que, nunca podrá influir de manera negativa en nuestro juego, si no todo lo contrario, es una manera de aprender de los errores cometidos que, los jugadores con esmero, trabajarán por mejorar en cada entrenamiento garantizando cada vez más, ese factor infalible de juego, ese fútbol imposible de superar, con el que muchas veces nos han obsequiado, haciéndonos además el mejor de los regalos, la ilusión. Porque no ganar un partido no significa haber perdido. Sólo se pierde cuando uno se rinde, y nuestros alevines queridos seguidores, jamás se rinden ante nada ni nadie, porque su fútbol supera cualquier obstáculo y derriba cualquier barrera. El más claro ejemplo, lo podremos contemplar en las próximas jornadas, donde de seguro, la victoria será nuestra.
Sobran las palabras para describir el partido del pasado Viernes, únicamente una persona que presente en aquel terreno de juego era capaz de sentir aquello, los corazones latían, los minutos pasaban, los ánimos subían y se alzaban cada vez más para animar a un equipo que empleaba hasta el último de sus esfuerzos por conseguir la victoria que, finalmente se resistió aferrada al marcador rival. El partido comenzó con un marcador favorable a nuestro equipo pero a medida que el tiempo transcurría los equipo se igualaban en presión y persistencia, la lucha y la tensión debida a la incertidumbre del resultado aumentaba, nadie sabía quien podía ser el ganador. Faltaron minutos para conseguir arrebatar la victoria al equipo rival, pero desgraciadamente los periodos de tiempo son los establecidos y nada se puede hacer por luchar contra ellos, pero si es verdad que pelear por anotar merece la pena, pues a medida que los segundos pasaban, la presión por parte de nuestro equipo se hace cada vez mayor, innumerables tiros a puerta fueron los efectuados, cada vez más y más a medida que se acercaba el final del partido. Lo que nos lleva a una sencilla deducción: Nuestros infantiles son ganadores de aquel partido. Han ganado en llenar al público, en luchar, en persistir... porque muchas veces no importa el resultado si no la forma de ver el partido en su conjunto, y el rostro de cada jugador rebosante de felicidad por haber dado su máximo y ser consciente de que todos lo sabemos. Los infantiles del CDE Fontanar dan todo lo que un equipo puede dar y derrochan esfuerzo, ilusión y dedicación. Porque todo ello tiene su recompensa, simplemente esperemos a ver las jornadas siguientes.
No hay duda de que nadie se pelea tanto como nuestros cadetes, no hay rival que lo supere. Pese a ello, a que lucharon como si la vida entera dependiese del partido del pasado Sábado, la victoria no hizo presencia a nuestro favor y los tantos que la garantizaban tampoco fueron anotados en nuestro marcador. No obstante, queridos aficionados, nuestros cadetes no perdieron aquel partido, no empataron en esfuerzo y se vieron derrotados en persistencia, si no que ganaron en lo que de verdad importa, y demostraron que el simple hecho de luchar por lo que quieres merece la pena y te hace ganador sólo por intentarlo hasta el último segundo.
Sin duda, el gran enigma del partido lo protagonizaron nuestros jugadores de iniciación. Pues nadie se podía explicar cómo consiguen siempre tan excelentes resultados.
Jugadas, paradas, tácticas y abundante técnica. Nada fue suficiente para conseguir ganar el partido que se disputaba el pasado Domingo en el Palacio Multiusos de Guadalajara. Pero ello no quiere decir que nuestros prebenjamines se dieran por vencidos o se rindieran tras el primer asalto. Todo lo contrario, luchando hasta el último momento por ganar un partido extremadamente igualado con respecto a su rival, consiguieron un merecido empate. El sudor de la frente de nuestros prebenjamines demostraba su esfuerzo, las jugadas y paradas su calidad, pero sólo el sentimiento podía demostrar el impetú e ilusión con el que nuestros jugadores saltaron al terreno de juego y jugaron durante todo el partido.
